PATRIA Y PATRIOTISMO
Cuando era chico, hace mucho tiempo, el patriotismo era un hecho natural, parte de nuestra realidad cotidiana, una actitud que jamás se modificaba a pesar de los vaivenes de la política...
Hoy, programas descerebrados y descerebrantes de la TV y en especial de ciertas emisoras FM, aparentemente dirigidos a un público absolutamente alejado de las ideas, hacen mofa de las palabras “Patria” y “Patriotismo”. Por consiguiente se burlan de los actos heroicos patrióticos e, implícitamente, de nuestros héroes.
Les pregunto a ustedes, quienes están leyendo estas líneas: ¿Se burlarían de la palabra “Amor”? ¿Y de la palabra “Madre”? ¿Y de la palabra “Hijo”? ¿Y de la palabra “Amigo”?
¿Verdad que no lo harían?
¿Y por qué, entonces, está tan desmerecida la palabra “Patria”?
¡Quizás porque faltan patriotas que refloten su significado!
Una persona que tuve el honor de conocer hace un tiempo, alguien que había padecido en carne propia el horror de la segunda guerra mundial, me dijo algo que jamás olvidaré:
“Existen personas que se esfuerzan por forjar la patria; otras que hacen todo lo posible por engrandecerla; las hay que dedican sus vidas a protegerla; pero no faltan quienes recién descubren el amor a su patria cuando la misma ha sido ocupada por el enemigo o borrada de los mapas”.
¿En qué situación nos encontramos cada uno de nosotros?
1982 fue un año de emociones muy dolorosas: perdí a un ser muy querido, nuestros soldados debieron abandonar las Islas Malvinas, y descubrí que miles y miles de falsos argentinos eran indignos de habitar nuestro suelo.
¿Es más cómodo hablar del poder de convocatoria que ostentó horas atrás en Plaza de Mayo la minoría gobernante? Quizás sí, pero aquellos que optan por la comodidad en perjuicio de la dignidad... ¡están perdidos!
Lalo De la Cuesta
Hoy, programas descerebrados y descerebrantes de la TV y en especial de ciertas emisoras FM, aparentemente dirigidos a un público absolutamente alejado de las ideas, hacen mofa de las palabras “Patria” y “Patriotismo”. Por consiguiente se burlan de los actos heroicos patrióticos e, implícitamente, de nuestros héroes.
Les pregunto a ustedes, quienes están leyendo estas líneas: ¿Se burlarían de la palabra “Amor”? ¿Y de la palabra “Madre”? ¿Y de la palabra “Hijo”? ¿Y de la palabra “Amigo”?
¿Verdad que no lo harían?
¿Y por qué, entonces, está tan desmerecida la palabra “Patria”?
¡Quizás porque faltan patriotas que refloten su significado!
Una persona que tuve el honor de conocer hace un tiempo, alguien que había padecido en carne propia el horror de la segunda guerra mundial, me dijo algo que jamás olvidaré:
“Existen personas que se esfuerzan por forjar la patria; otras que hacen todo lo posible por engrandecerla; las hay que dedican sus vidas a protegerla; pero no faltan quienes recién descubren el amor a su patria cuando la misma ha sido ocupada por el enemigo o borrada de los mapas”.
¿En qué situación nos encontramos cada uno de nosotros?
1982 fue un año de emociones muy dolorosas: perdí a un ser muy querido, nuestros soldados debieron abandonar las Islas Malvinas, y descubrí que miles y miles de falsos argentinos eran indignos de habitar nuestro suelo.
¿Es más cómodo hablar del poder de convocatoria que ostentó horas atrás en Plaza de Mayo la minoría gobernante? Quizás sí, pero aquellos que optan por la comodidad en perjuicio de la dignidad... ¡están perdidos!
Lalo De la Cuesta
Etiquetas: EMOCIONES, OPINIONES, REFLEXIONES