¿ HABLAMOS BIEN ?
Un régimen totalitario termina por dominar al hombre mediante la escasez del lenguaje...
(EXTRACTO)
El argentino medio, en un pretérito lamentablemente nostálgico, hablaba bien, pero cada vez está hablando más pobre y vulgarmente. Es una pena, porque esto se advierte en el trato cotidiano con los alumnos.
Aquí hay una cosa que a mí me preocupa, en primer lugar la pobreza y en segundo lugar la vulgaridad.
La pobreza me preocupa seriamente porque en una sociedad democrática, cuando al hombre se le reduce el vocabulario se lo estrecha mentalmente, se lo somete intelectualmente y pierde la posibilidad de matices de pensamiento crítico, por eso George Orwell en 1984, como buen socialista inglés, inventa la neolingua como una crítica al mal socialismo de Stalin. En el apéndice de la neolingua dice que el sistema va reduciendo cada vez más las palabras, para que el hombre sea cautivo y no tenga libertad de pensamiento.
Un régimen totalitario termina por dominar al hombre mediante la escasez del lenguaje, logrando entre nosotros involuntariamente, porque nadie se lo propone, una reducción del lenguaje y por lo tanto la libertad de expresión se va quedando entre nuestros muchachos como un derecho enunciado pero no cumplido, porque son cautivos de su propia limitación.
El muchacho hace unos diez años hablaba con unas 800 palabras y ahora habla con menos de la mitad...
Pedro Luis Barcia
Fuente: ADEPA
(EXTRACTO)
El argentino medio, en un pretérito lamentablemente nostálgico, hablaba bien, pero cada vez está hablando más pobre y vulgarmente. Es una pena, porque esto se advierte en el trato cotidiano con los alumnos.
Aquí hay una cosa que a mí me preocupa, en primer lugar la pobreza y en segundo lugar la vulgaridad.
La pobreza me preocupa seriamente porque en una sociedad democrática, cuando al hombre se le reduce el vocabulario se lo estrecha mentalmente, se lo somete intelectualmente y pierde la posibilidad de matices de pensamiento crítico, por eso George Orwell en 1984, como buen socialista inglés, inventa la neolingua como una crítica al mal socialismo de Stalin. En el apéndice de la neolingua dice que el sistema va reduciendo cada vez más las palabras, para que el hombre sea cautivo y no tenga libertad de pensamiento.
Un régimen totalitario termina por dominar al hombre mediante la escasez del lenguaje, logrando entre nosotros involuntariamente, porque nadie se lo propone, una reducción del lenguaje y por lo tanto la libertad de expresión se va quedando entre nuestros muchachos como un derecho enunciado pero no cumplido, porque son cautivos de su propia limitación.
El muchacho hace unos diez años hablaba con unas 800 palabras y ahora habla con menos de la mitad...
Pedro Luis Barcia
Fuente: ADEPA