¿ LO DEJAMOS AHI ?

Ayer, Día del Periodista, murió un maestro del periodismo político. Tenía 83 lúcidos años y horas antes de fallecer publicó un artículo criticando duramente a varias autoridades nacionales y provinciales. Es decir que hasta su último aliento luchó por hacerse oír, en medio del ruido de los prepotentes y el silencio de los doblegados. Su frase de despedida, puesta al final de ese último artículo, es más una esperanza de reencuentro que un adiós: “hasta el lunes".

Muchos lo admiraron y otros tantos lo odiaron, pero a nadie le fue indiferente. Polémico, influyente, perceptivo, sacudió a la sociedad argentina proponiendo ideas y expresando abiertamente sus simpatías y antipatías más allá de las noticias, del acontecer diario, de la información fría y despersonalizada.

Creó un estilo de periodismo televisivo en el que se inspiraron varios de sus colegas y hoy mismo continúa siendo modelo de varios programas que se emiten por la TV de aire y cable.

Hasta sus adversarios no pudieron evitar adoptar varias de las técnicas de comunicación por él impuestas, por ejemplo dirigirse a “Doña Rosa” cuando la intención era llegar al ciudadano común.

Solía rematar sus comentarios con una frase que se hizo muy popular y que los artistas cómicos utilizaban para imitarlo: “¿Lo dejamos ahí?”

También le hemos escuchado decir: “No me dejen solo”.

Bernardo Neustadt ha muerto. Se ha ido de este mundo un maestro del periodismo. Su prolongada trayectoria profesional ha quedado muy bien documentada, lo que garantiza que miles de estudiantes de Ciencias de la Comunicación e incluso periodistas en ejercio tendrán dónde recurrir para inspirarse.

Cada hombre que deja huella es digno de elogio y respeto, más allá de ideologías, coincidencias o disidencias. Es el caso de Bernardo Neustadt, que seguramente no estará solo...

José Eduardo Marini