viernes, marzo 21, 2008

SEMANA SANTA EN ARGENTINA


Casi siempre, en estas fechas, surgen o se agravan conflictos en los gremios de transporte de pasajeros. ¿Qué mejor momento para presionar? La gente, ansiosa por viajar para reunirse con sus familiares o simplemente gozar de unas minivacaciones, se convierte en rehén de los intereses en pugna. Otra constante invariable es el aumento de precios, empezando por el pescado que, de tan caro, está siendo reemplazado en las mesas familiares. Mientras tanto, ¿alguien se acuerda de Cristo?

Mejoras salariales, mejores ganancias, oportunidad de diversión, infinidad de metas que muchos argentinos se proponen en Semana Santa, pero pocas relacionadas con el espíritu que debería inspirar nuestras acciones.

Nada más unos días rojos en el calendario, feriados consecutivos que prometen importantes ingresos a las arcas del país en concepto de turismo interno y extranjero. ¿Y Cristo?

Accidentes y más accidentes en las rutas. Velocidades excesivas, alcohol, drogas, estupidez, lo que sea, provocan muertes y mutilaciones en número cada vez más elevado. Todo por Semana Santa. ¿Para honrar a Cristo?

Cristo está ausente en la mayoría de los corazones de quienes han olvidado el sentido y significación de la Semana Santa. No cuenta, no interesa, no es parte de los planes de millones de habitantes del país. ¡Cristo, Su Pasión y Muerte, para que un montón de personas hagan turismo!

Me recuerda los tristes momentos de la Guerra de las Malvinas, cuando los chicos se congelaban o morían allá lejos, mientras en el continente las canchas de fútbol se llenaban de “patriotas” que hacían un minuto de silencio por los caídos y luego gritaban “¡Viva la Patria!”, para inmediatamente enfrascarse en los partidos que jamás dejaron de jugarse.

Hoy se cuestiona la oportunidad y motivo de aquella guerra. Se teoriza, opina y enjuicia. Pero el feriado se aprovecha a fondo, eso sí, porque lo único que queda de los actos de grandeza y del sacrificio de los más generosos es, así lo creo, el aprovechamiento mezquino que de tales gestos ejemplares hacen los que nunca dieron ni darán nada por sus semejantes.

Semana Santa y Malvinas, dos fotografías diferentes que muestran idénticos paisajes de olvido e ingratitud. Excusas para escapar a cualquier lado y “desenchufarse”, lo que significa olvidarse de todo, incluso de Cristo.

¡ Felices Pascuas !

Manuel Paulino Novoa

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