POR CULPA DEL VERANO

Estamos en plena temporada veraniega. Los días se presentan cada vez con temperaturas más elevadas. Año tras año se nota la incidencia del agujero en la capa de ozono. Hace tanto tiempo que se insinúa sobre ese tema, pero nadie habla de la crisis que hoy estamos padeciendo y se agudiza a cada instante, situación que no se quiso evitar en el momento oportuno, porque las campañas políticas en busca de más y más poder acapararon la atención de los gobernantes y legisladores en general...

Es de larga data la preocupación, sin embargo las autoridades nacionales miraron para otro lado. Se pronosticaba que tendríamos una grave crisis energética, pero según nuestros gobernantes, las personas que sabían del tema eran simples agoreros.

Y el día llegó... ¡la crisis estalló!

Durante cuatro años se viene diciendo que batimos nuestro propio récord en recaudaciones, pero ese dinero no se empleó para prevenir la crisis energética.

Nada se solucionó. No hubo un solo proyecto inteligente para evitar o superar la situación.

Y, lo que es peor, nos tratan como si fuéramos descerebrados. ¿O nos hemos convertido en ciudadanos idiotas? Porque lo único que salieron a decir es que el gran calor de esta temporada superó las expectativas (¿?)

Me pregunto: ¿expectativas de qué?

Me irrita la idea de pensar que toquen mi puerta para decirme que me dejan dos lamparitas de bajo consumo. Me parece lamentable que la materia gris de los funcionarios sirva para tapar baches y no para construir caminos sólidos de larga duración.

¡Quiero respuestas serias!

Quiero proyectos y obras en marcha, que será lo que en definitiva nos dará la solución final.

Porque sería muy necio terminar diciendo que... ¡la culpa de todo la tiene el verano!

Francisca Luján