EL GRAN CIRCO

Este circo divierte a pocos y malhumora al resto, pues los payasos cuentan chistes que son una afrenta a nuestra inteligencia, como por ejemplo que 3,1 es igual a 1,5 según se mire...

No, si dentro de poco el Invierno va a ser cálido por orden de "arriba" y así se reducirá el consumo de gas. O el Verano será declarado fresco y nadie encenderá ventiladores ni aires acondicionados, lo que disminuirá la demanda de energía eléctrica. Una fórmula mágica que no funciona, pero le es útil al Merlín de turno.

Cifras retocadas, índices distorsionados, funcionarios manoseados, todo es válido a la hora de declamar, de vender logros nunca alcanzados y proponer falsas esperanzas a los espectadores del show.

Las tribunas están repletas de personas que han pagado su derecho a disfrutar de un buen espectáculo. Pero también abundan los piolas de siempre, los parásitos y los colados, por eso la alegría tan buscada se ha convertido en tristeza y frustración. Lo que unos se esfuerzan por conseguir, otros dilapidan sin arrepentimiento.

El Gran Circo muestra los mismos payasos y los mismos disfraces; cuenta los mismos chistes; padece la misma mediocridad y ausencia de talento, y actúa con el mismo caradurismo de las últimas épocas. Aunque algo debemos reconocerle: hoy sus actores son más arrogantes, prepotentes, mentirosos e injustos que ayer.

¿Y el público? ¿Nos conformaremos con chistes degradantes sin gracia alguna? ¿O seremos capaces de reclamar que nos devuelvan el dinero de las entradas? Si nos quedamos sentados en las tribunas, observando pasivamente el desfile de payasos mal pintados y con libretos pésimamente escritos, no nos quejemos mañana si nos cortan las ropas con tijeras para hacernos reír.

Tampoco es cuestión de empezar a los gritos pidiendo "¡que se vayan todos!"

Que se vayan los que no sirven para nada, los vivancos y aprovechados, pero que los decentes y capaces se queden a mejorar el espectáculo.

Y que nunca, jamás, vuelvan a querer convencernos de que el 3,1 oficial de inflación en Mendoza es igual a 1,5 en Buenos Aires según la voluntad del gerente de El Gran Circo...

Julio Salvador Ponciano